viernes, 18 de marzo de 2016

EDUCACION ESPECIAL


INFLUENCIAS AMBIENTALES

Se ha detectado que determinadas influencias ambientales, particularmente la estimulación, atención y disciplina que se ejerce en el hogar, son variables importantes en el funcionamiento general del niño.

Autores como Werner, Bierman y French (1971) han demostrado que un ambiente desfavorable en el hogar del niño, es una variable de riesgo. Encontraron que la estimulación educativa es el factor ambiental que está más relacionado con los problemas académicos, y que el apoyo emocional es el factor más relacionado a los problemas conductuales. Estos resultados indican que niños de la misma edad, cuyos ambientes familiares difieren marcadamente, no pueden considerarse de la misma manera, ya que aquéllos que provienen de un ambiente familiar con muchas privaciones tendrán mayor riesgo que niños que provienen de un ambiente adecuado.

Keogh y Daley (1983) señalan que las pruebas de rastreo deben incluir aspectos afectivos y motivacionales dada su relación con el rendimiento escolar. Sin embargo, frecuentemente estos factores son omitidos de las pruebas por su dificultad para medirse.
Por ello, la relevancia del contenido es lo que debe determinar qué ítems serán incluidos en la prueba, no su facilidad de medición (Sexton y col. 1990, en Diamond y Squires, 1993).






DISCAPACIDAD E IMPEDIMENTO

Una discapacidad es tan solo lo que la palabra implica: la capacidad de hacer algo especifico como ver o caminar. Un impedimento es una desventaja en algunas situaciones. Ciertas discapacidades conducen a impedimentos, aunque no en todos los contextos. Por ejemplo ser ciego,(una discapacidad visual) es un impedimento si se quiere  conducir un automóvil. Sin embargo la ceguera no es un impedimento cuando se compone música o se habla por teléfono. Stephen Hawking, el mejor físico vivo, sufre de la enfermedad de Lou Gehrig y ya no puede caminar ni hablar. Una vez dijo que es afortunado por haberse convertido en un físico teórico ¨porque todo está en la mente, y la discapacidad no ha sido un impedimento grave para mi¨. Es importante que nosotros no creemos los impedimentos a las personas por la forma en que reaccionamos a sus discapacidades. Algunos educadores han sugerido que eliminemos el termino ¨impedimento¨ por completo, ya que la fuente de la palabra es humillante. Handicap es el término en ingles, y proviene de la frase ¨gorra en la mano¨ que se utilizaba para designar a las personas con discapacidades que alguna vez se sintieron obligadas a mendigar para sobrevivir (Hardman, Drew y Egan, 1999).







IDENTIFICACION DE NIÑOS CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE

En términos reales, generalmente se determina que un niño tiene problemas de aprendizaje con base en una discrepancia entre el rendimiento real y el esperado. 
Por ejemplo, Hallahan, Kauffman y Lloyd (enMcLeskey, 1989), señalan que los niños con problemas de aprendizaje:

1. Manifiestan problemas significativos con respecto a su rendimiento académico, es decir, no rinden de acuerdo a lo esperado para su inteligencia.
2. Estos problemas no se deben a otras condiciones limitantes como deprivación ambiental, problemas sensoriales, emocionales, etc.

Pero no se ha logrado establecer de manera objetiva y precisa cuando un problema es significativo y si éste se debe a otra condición o únicamente se presenta en forma conjunta (Forness y Kavale, 1989) .
De hecho, autores como McLeskey (1989) han señalado que es prácticamente imposible, a través del uso medidas de discrepancia, distinguir entre niños con problemas de aprendizaje, niños con bajo rendimiento académico y niños cuyo problema radica principalmente en desventajas de tipo ambiental, cultural y/o emocional.
Se ha visto que el éxito del tratamiento para los problemas de aprendizaje está directamente relacionado con la edad en que se detecta este problema. La mayoría de los problemas de aprendizaje no son detectados en los primeros años, por lo que cuando se trata de resolverlos, las probabilidades de hacerlo se ven reducidas.
Existen dudas acerca de cuál es la edad en la que se puede detectar a los niños que tienen o tendrán problemas de aprendizaje. Comúnmente ocurre que los niños menores de cinco años (que aún no han ingresado a un sistema escolarizado), al ser detectados son clasificados como niños "en riesgo", mientras que los niños que ya asisten a la escuela son clasificados bajo la categoría de "problemas de aprendizaje."

En el caso de niños en edad preescolar, el uso de los términos discapacidad o problemas de aprendizaje, se complica aún más. El término discapacidad de aprendizaje está fundamentado en un criterio de discrepancia académica, por lo que al tratarse de niños en edad preescolar, esto resulta contradictorio e incongruente ya que estos niños aún no están en contacto con contenidos académicos.  Se considera necesario detectar y clasificar a los niños en riesgo de presentar problemas para poderlos canalizar a un programa de intervención.
Particularmente en las últimas dos décadas se le ha dado especial importancia a la detección temprana de los problemas de aprendizaje, ya que diferentes autores (Merrell, 1996; Satz y Fletcher, 1988) han demostrado cómo el éxito del tratamiento está directamente relacionado con la edad en que se detecta el problema. 

Se sabe que la mayoría de los niños con problemas de aprendizaje no son detectados en los primeros años, por lo que cuando acuden a una evaluación ya se encuentran reducidas sus probabilidades de mejorar académicamente, así como de no haber sido afectados emocionalmente como consecuencia de los fracasos escolares repetidos.
En México, la edad en que son remitidos la mayor parte de los niños que presentan problemas de aprendizaje es a los nueve años (Pérez, Macotela y Díaz, 1991).

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